lunes, 24 de diciembre de 2012

Comienzo

¿Quién es el intérprete que toca las cuerdas? ¿Quién hace que esta melodía a la que llamamos Universo tenga armonía? ¿Quien manipula el violín, dejando a las notas ser como quieran?
En un vaivén constante, suave y perpetuo, se desplaza un arco invisible a los ojos, creando nuevas notas, nuevos compases, colocando silencios y escalas donde son necesarias.
 Mientras, de los punteos se desprenden estrellas que van llenando el firmamento, que se destruyen con las notas desafinadas; de las notas graves aparecen planetas... Los suspiros de esfuerzo del músico arremolinan el pelo de aquellos que se preguntan por el compositor que hay detrás de tan gran obra.

Esta brisa le llega a una espectadora más de este concierto del que todos somos parte activa, un ser como todos aquellos que respiran música, con melodía propia ¿Qué busca? Quizá ni ella misma lo sabe. Centrando su atención en todas y cada una de las líneas de este curioso pentagrama, buscando la clave en la que fue escrito no se da cuenta de cómo pasa el tempo, incesantemente marcado por el metrónomo de su caja de resonancia.

Intentando abarcar con los ojos una estrella, que se queda fuera por poco, corre tras ella. Lee, poniendo un calderón a sus horas de consciencia, porque ella ya sueña despierta. Sonríe a la Luna cuando está llena, porque sabe que, con el tiempo, sonreirá ella. Intenta contener en un pergamino ajado la descripción de todos los matices del auténtico color dorado, devorando a su paso todos los libros que ya lo han intentado. Va en busca de un vaso imposible para guardar ese mar de infinitud incomprensible.
Quiere crecer, ser más alta, para que sus ojos pudieran encontrar en el azul el verde que les falta...
Mientras, espera intentando abrazar el extremo del viento que mueve su bufanda, arremolinando mil hojas otoñales, pensando si algún día pudiera saber, quizá, el nombre de la canción que el silencio astuto le canta.

No hablaré de ella, dejaré que ella os hable a vosotros.
Seguro que tiene más de una historia que contar.
Ella es Anvel Poe, una muchacha (por una u otra razón) difícil de olvidar.