domingo, 1 de marzo de 2015

Fotografía

Una vez cada cierto tiempo, empiezas a sentir la sensación de la inmortalidad del momento. Los contornos se vuelven más nítidos, los colores más vivos y el tiempo se hace más lento... 
Hasta que finalmente se para.
Instantáneas de memoria.
            Marcos de papel que encierran sentimientos.            
Imágenes que aparecen al agitar los pensamientos.
A veces, intuimos vagamente cómo se van tejiendo: 
El brillo de unos ojos, el calor de una sonrisa, el roce de un determinado gesto...
Lentamente, va formándose la imagen en un  diminuto cuadradito negro.
          Pasado el flash, la vida es recuerdo.             


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